The Awakening (2011)

El escenario es Londres, 1921. Muchas familias habían perdido hijos y maridos en la guerra y era muy común que algunos, en el afán de aferrarse a algo, utilizaran a médiums para contactarse con sus seres queridos. Florence Cathcart (Rebecca Hall) se dedica a desenmascarar a los farsantes que lucran con el dolor ajeno.

Pero ella también es una reconocida escritora que se dedica, utilizando la ciencia, a desmitificar y desestimar la existencia de los espíritus y fantasmas. Ella es contratada por Robert Mallory (Dominic West) para esclarecer y llevar tranquilidad a Rookford, un internado de varones en el que creen haber visto apariciones. De hecho creen que esas apariciones son responsables de la muerte de Walter, uno de los chicos del colegio. Florence se muestra reticente a tomar ese caso, pero finalmente accede.

De aquí en más es un poco la historia de siempre. Hay un colegio donde pasan cosas inexplicables que sacan a la escéptica Florence de su eje. Personajes enigmáticos como el de Maud (genialmente interpretada por Imelda Staunton) la institutriz del internado y Tom, uno de los chicos que cree haber visto fantasmas.

No se si llamarla una película de terror, quizás sea más un thriller, aunque cuenta con algunos de esos momentos donde nos pone al borde del asiento, una en particular que involucra una casa de muñecas, réplica del colegio en miniatura que no solo es de lo más original que vi en cine de terror últimamente, sino que además es muy efectiva.

Las actuaciones tanto de Rebecca Hall como las de Dominic West son mas que interesantes y hacen que nuestro interés por la historia no decaiga. Hall quizás sea una de las mejores actrices de su generación. Hay algo en ella que traspasa la pantalla, y todo lo que hace resulta muy natural, como si no estuviera actuando. Su personaje requiere que pegue un giro y ella logra mostrarnos su fragilidad de una manera muy convincente.

El trabajo de cámaras y fotografía es muy bueno, con colores lavados dándole un tinte frio y depresivo que va perfecto con las locaciones, el vestuario y el tono de la película. Gran parte de la historia se desarrolla en el Rookford, el internado, que no es otra cosa que una gran mansión. Si bien esto ya ha sido visto hasta el cansancio en el género, el director evita al máximo los clichés y en su lugar busca el suspenso y escalofrío en habitaciones amplias y luminosas, o en jardines a la luz del día.

Entretenida, aunque el desenlace pueda resultar un poco previsible, The Awakening está bien lograda y es recomendable para los amantes del género.

(7/10)